Cada año el Museo Metropolitano de Nueva York despliega su alfombra roja para celebrar la noche más esperada en el mundo de la moda: La MET Gala. En esta ocasión, la exposición estrella fue “Bellas durmientes: El despertar de la moda”, un homenaje a la naturaleza y la fugacidad de la moda. Las celebridades siguieron el código de vestimenta “El Jardín de los Tiempos”, luciendo atuendos únicos y audaces. Uno de los looks más despampanantes de esta temporada fue el de Zendaya, quien destacó con dos outfits que dejaron impactados a los críticos. La exitosa actriz no solo brilló como anfitriona, además volvió a coronarse ícono de la moda, después de cinco años de ausencia en este evento.

Para su primer atuendo, Zendaya deslumbró con un vestido corte sirena de Maison Margiela, diseñado por John Galliano. Este diseño hacía referencia al emblemático vestido de la temporada primavera de Christian Dior, diseñado por Galliano en 1999. La actriz capturó a la perfección la esencia de la temática, evocando “toda la energía de la tierra” a través de tonos azulados y verdosos. El vestido llevaba un escote de corazón, tirantes asimétricos y una falda con detalles de tul. Su maquillaje armonizaba perfectamente con el look, dando una mirada teatral intensa que hacía juego con los racimos de uvas que decoraban el diseño.

Y, por si fuera poco, la actriz sorprendió al público al lucir un segundo vestido después de su primera aparición. Una vez más, desfiló con un look confeccionado por John Galliano, pero esta vez con un diseño vintage de Givenchy. El vestido negro con corsé, escote bardot y falda amplia, es un ícono en la historia de la moda al pertenecer a la primera colección de Alta Costura de Galliano. Para agregar un toque aún más excéntrico, Zendaya lució un tocado floral que hacía referencia a un ramo sobre su cabeza. Con esto, la actriz demuestra una vez más su habilidad para equilibrar moda y narrativa visual. Sus conjuntos se convierten en una muestra teatral digna de una reina del mundo de la moda.

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