Travis Scott está llevando su estrellato al universo de la alta relojería junto a la colaboración con Audemars Piguet. De la mente creativa detrás de Cactus Jack emerge la edición limitada del “Royal Oak Perpetual Calendar” de 41 mm, en cautivadora cerámica café chocolate. Con tipografía estilizada y una correa a juego, el reloj es una obra de arte que no solo marca el tiempo, sino también el estilo. Este lanzamiento trasciende la muñeca para abrazar la moda con una colección de ropa y accesorios, meticulosamente diseñados por ambas marcas. Desde hoodies hasta pijamas, cada pieza refleja la esencia única del cantante. Estos tesoros estarán disponibles exclusivamente en línea, y lo mejor es que parte de las ganancias se destinará a un proyecto benéfico elegido personalmente por el talentoso rapero.

El innovador reloj marca un hito al ser el primer “Royal Oak” de Audemars Piguet con una cautivadora cerámica marrón. El artículo no solo deslumbra por su estética, sino que también sorprende con su ligereza y resistencia a los arañazos. Los tornillos hexagonales de oro blanco aportan un toque de elegancia, mientras que la esfera de zafiro revela el intrincado movimiento calado del Calibre 5135. Lo que hace único a este accesorio va más allá de su calidad excepcional: la tipografía, trazada exclusivamente por Travis Scott, imprime la firma del rapero en cada pulso. Además, los detalles sublimes rinden homenaje a Cactus Jack, como la carita sonriente del sello en la fase lunar, ubicada estratégicamente a las 6 en punto.

Cortesía Audemars Piguet

El accesorio, una joya limitada a solo 200 unidades, añade una pizca de exclusividad para los afortunados. Sin embargo, la colección lanzó prendas que exhiben el reloj en todas partes, asegurando que sus admiradores no se queden sin el suyo, incluso de manera simbólica. Convertir esta pieza en el corazón de la línea completa ha resultado ser un triunfo, con cada artículo agotado en la tienda del artista. Sin duda, una cápsula creativa que catapultará a Travis Scott hacia nuevas alturas.

Cortesía Audemars Piguet