Hay quienes consideran que la moda tiene una estrecha relación con el arte. Otros como Fausto Puglisi considera que se trata de una función utilitaria y nada más. Incluso, para su colección Pre-Fall-24 mencionó:  “nada de tonterías”, pues todo se basa en ropa, y no en conceptos. “Ustedes, los editores, siempre quieren historias, bla, bla, bla y aquí hay una. Pero la verdad es que pienso mucho en la demografía de mujeres para quienes mi trabajo es hacer un guardarropa. Por eso me encanta hablar con los minoristas, para entender lo que sus clientes les dicen que están buscando… Y lo que me muestran es que están buscando ropa para comunicar diversión, libertad y que les importe una mierda el juicio. Ella misma se crea. Esa es una declaración sobre el poder y la libertad, y me gusta mucho”, señaló el diseñador.

Por ello, la colección Pre-Fall 24 no busca construir un concepto abstracto o una historia complicada de entender, se trata solo de ropa que busca transmitir y complementar la personalidad de quien la usa. “Estas son piezas que quiere la gente, la gente real, entienda de inmediato”, dijo Puglisi: “Y eso es todo”. Esta entrega responde a esa idea. El diseñador presentó una serie de vestidos y conjuntos estampados que respetan el ADN de la maison y entrega una nueva versión de la mujer moderna. Una que no tiene miedo de utilizar la extravagancia como una herramienta para vestir. Más bien, sabe combinar distintos estilos que logran crear una sinergia completa, que no es forzada, porque se trata de la autenticidad más pura del diseñador.

Cortesía Roberto Cavalli 

El diseñador presentó la idea de la colección a través de una combinación con el estilo vaquero con lo característico de Roberto Cavalli, es decir, el estilo americano. Uno que es capaz de trascender y construir desde la integridad cultural. Puglisi presentó vestidos ajustados de distintos materiales: gasa vaporosa, lentejuelas y de terciopelo. Asimismo, entregó prendas de gran silueta y una sastrería impecable que abrazan el maximalismo florentino con el que trabaja la maison.

Cortesía Roberto Cavalli