Como una suave pincelada en una obra que carece de color, pero con un mensaje potente. O como un homenaje a la calma, serenidad y al descanso. Ambas ideas representan a la perfección la nueva colección de Alberta Ferretti SS24. Quien dedicó esta entrega a contemplar la divinidad de la delicadeza y realizó una invitación a la contemplación de los detalles. Pues por más simple que aparente, la realidad puede ser una completamente distinta. Esta propuesta se basa en el minimalismo, una estética que ya es parte de su esencia, en esta firma no existe el espacio para la extravagancia, ni mucho menos, para piezas estridentes, porque a pesar de incorporar elementos más llamativos como telas transparentes, gazas y estampados, mantiene una línea limpia y orgánica.

Es ahí donde se encuentra el éxito de Ferreti, sus diseños son la combinación de una estética minimalista, pero que igualmente incorpora tendencias que convierten a la colección en una más juvenil, dinámica y fresca. Puede tratarse de un vestido de gaza rojo intenso o un conjunto de sastre que pareciera de lino. Ambos logran mantener el ADN de la firma al mismo tiempo que incorpora elementos sutiles que hacen la diferencia. Además, a todos los atuendos les entregó un toque moderno y atemporal. Por ejemplo, un blazer sin manga y pantalón de cuero con anteojos que añaden dramatismo. O tal vez un vestido midi blanco de encaje transparente.

Cortesía Alberta Ferretti

La entrega estuvo enmarcada en la ligereza que Ferreti ha construido con los años. Una que  sin ningún tipo de esfuerzo, presenta piezas para el día, la noche y ocasiones especiales. Incluso, podría tratarse del mismo atuendo pero con diferentes estilismos. Porque la colección, además de ser una oda a la serenidad, destaca por la composición de los looks, pues los accesorios logran contar su propia historia y demuestran una vez más su importancia. Por otro lado, la propuesta tomó un rumbo donde las princesas griegas se convirtieron en protagonista, presentó vestidos en tonos tierra que perfectamente podría pertenecer a la versión moderna de Cleopatra.

Cortesía Alberta Ferretti