Sí, existen más ingredientes activos para cuidar el rostro aparte del retinol, el ácido hialurónico y vitamina C. Capaz, su desconocimiento ante el público es la razón por la cual es tan novedoso o simplemente, se trata de  sus bondades para lucir una piel sin imperfecciones. Sea el que sea, te presentamos la ectoína. Hay quienes les gusta definirla como el milagro del skincare, el compuesto natural que eventualmente podría cambiar la salud de la dermis para siempre. O tal vez, la nueva niacinamida. Esta es producida por bacterias halófilas que se  encuentran en el medio marino. Es una sustancia biológicamente activa que logra mejorar la función de la barrera protectora de la piel, reducir el daño causado por los agentes externos como la contaminación y al mismo tiempo evita la deshidratación.

Aunque cada año surge un nuevo ingrediente activo que debes sumar a tu rutina de cuidado facial, la ectoína tiene una diferencia que la posiciona en un lugar distinto que al resto. Se descubrió en 1985 y es un aminoácido que “ayuda a proteger la integridad celular en condiciones climáticas extremas”, explicó la dermatóloga Shereene Idriss. Estas se refieren al pH del mismo cuerpo, altas temperaturas,  irradiación, contaminación, entre tantos más. Su pequeña estructura molecular logra estabilizar a las que están a su alrededor y crear capas protectoras de hidratación que, además, son nutritivas. En otras palabras, es capaz de preservar las membranas celulares de todo tipo de daño, evitando así la inflamación celular. Simplemente, se trata de un complejo que puede cuidar y ser un shot nutritivo para el rostro.

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Dentro de los beneficios que más destacan, se encuentra su función protectora. De hecho, también es conocida como la “superestrella de la protección”, que debería ser la principal razón por la cual nos aplicamos una rutina de skincare. Pues, al entregar esta barrera ayuda a reducir la aparición de signos de envejecimiento. Incluso, es capaz de ofrecer protección contra la luz azul y rayos UVA/UVB. No obstante, esto no significa que pueda reemplazar la función del protector solar. Pero sí es un activo que no puede faltar en tu rutina de cuidado facial. Además, reduce la pérdida de agua y mejora la elasticidad de la piel… ¿Qué esperas para incorporarla a tu neceser?

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