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SCHIAPARELLI COUTURE 24: EL ARTE COMO INSPIRACIÓN

POR CAMILA LAGOS - julio 5th, 2023

El surrealismo clásico e intrínseco de Schiaparelli se expresa de una nueva manera, una donde el Haute Couture 2024 se vive con libertad y espontaneidad. Aunque también, con toques pictóricos que celebran las obras de Dalí, Yves Klein, Joan Miró, Lucian Freud, Giacometti y Matisse, cuyo arte se sumerge en diseños donde las formas y colores conviven audazmente. “Quería que esta temporada se sintiera mucho más libre, espontáneo, pictórico”, comentó Daniel Roseberry, agregando que buscaba profundizar en las técnicas que querían mostrar en la entrega. Esta, una manera de desmarcarse de las polémicas y el boom mediático que conllevó la falsa cabeza de león de la temporada pasada. Un momento controversial que, de una u otra forma, borró lo que el diseñador estaba tratando de transmitir como modista.

“Fue mucho más de lo que esperábamos”, dijo antes del show, admitiendo un dejo de cansancio ante el boom mediático del diseño. Quizás por eso esta temporada tomó un rumbo distinto, donde la Alta Costura cobra sentido en función del arte y el trabajo conceptual de Schiaparelli vuelve a encontrarse con los artísticas que han marcado la historia. Movimientos rápidos y un desdibuje de los límites entre la ropa, los bordados y la joyería, donde el tallar y el esculpir se vuelven claves. Un experimento textil en el cual las siluetas escultóricas y asimétricas se encuentran con los materiales en blanco y negro para destacar la silueta femenina. También, para ensalzarse en un restablecimiento de la identidad donde el surrealismo lo es todo. Incluso dentro del caos o de la exposición de pinturas y colores de, por ejemplo, Lucien Freud, cuyas obras se plasmaron en un naked dress multicolor.

Cortesía Schiaparelli

Una pieza compuesta por un mosaico irregular de paillettes cosidas sobre gasa que luego derivó en un vestido azul vibrante inspirado por Yves Klein. De lo multicolor al color en bloque, nada más combinado por detalles dorados que hacían alusión al bordado clásico de Schiaparelli. Un vestido fluido y cuya caída sobre el cuerpo evoca el arte de Dalí –además de su paleta de colores– complementó la entrega, en la cual, fueron los artísticas los encargados de inspirar otro tipo de arte. Arte textil que llevó en sí la abstracción e ingenuidad de Miró o que se deslizó entre las modelos con pintura corporal en spray y hasta joyas de madera pintadas. Los códigos anatómicos que Roseberry venía trabajando quedaron en el pasado, aunque tal vez, no por mucho tiempo, pero aun así se trató de movimiento inteligente, que refresca su nombre en la marca y le da la oportunidad de diversificarse. Esto, mientras encuentra en la Alta Costura un lugar para empujar los límites de lo posible y llevar el surrealismo a nuevos puntos de experimentación.

Cortesía Schiaparelli

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