Como una continuación de la colección de Otoño-Invierno 2023, pero con toques frescos y primaverales. El Resort 2024 de Isabel Marant se centra en los contrastes que surgen entre la sastrería y el pop urbano. Piezas sartoriales y gráficos fuertes. Estos, inmersos en tonos tierras, esmeraldas, frambuesas y amarillos. Una paleta sobria y elegante, incluso cuando el Y2K –con su extraña nostalgia juvenil– se apodera de más de un look, apoyándose principalmente, en los efectos de piel de serpiente o ‘Python’. “Es gráfico; sin embargo, también es minimalista, en cierto modo”, comentó Kim Bekker, directora artística de la marca, agregando que “te permite resaltar el contraste de una manera elevada y, al mismo tiempo, hacer una declaración muy Marant”. Palabras que resuenan sobre shorts, chaquetas y botas sobre las rodillas en un suave pitón café claro que evoca la magia del desierto.

Una yuxtaposición estética donde California se encuentra con París de una manera sublime y versátil. La elegancia, por supuesto, se deja en manifiesto mediante prendas estructuradas, pero a la vez suaves. Una combinación ecléctica y sobria, aun cuando fluye entre diferentes estilos, patrones y juegos de texturas. Shorts de denim acampanados, blazers negros y con solapas que recuerdan a un esmoquin. También, vestidos lenceros y pantalones de sastre delgados y holgados. Estos, combinados con chaquetas de cuero de tipo bomber y otras oversize. Las minifaldas también se hicieron presente, ya sea cubiertas por lentejuelas o en un suave y minimalista algodón. A pesar de los estampados de micromosaico, de flores o de pitón, las prendas deleitaron en una sencillez, cuya sofisticación imitaba las avenidas parisinas.

Cortesía Isabel Marant

Elegancia clásica y urbana, con dejos dosmileros extraídos de comienzos de siglo y una actitud sublime, siendo esta la que hace que Marant sea Marant. “La niña Isabel Marant se ha convertido en alguien que puede adaptar diferentes vibraciones y elementos de la cultura, el arte y la música y hacerlo suyo”, mencionó la diseñadora holandesa. Una invitación a descubrir los contrastes de Marant y a hacer de ellos un lookbook que, ante todo, irradia audacia y seguridad. Claro, la feminidad también se explaya por sobre los atuendos que con versatilidad yuxtaponen tendencias temporales y clásicas. Unas botas altas y por sobre la rodilla o unas bajas y con toques ochenteros. Tú eliges, pero sí, decántate por la sartorialidad parisina de Marant.

Cortesía Isabel Marant