No supera los 10 centímetros de altura, pero su silueta le aporta la versatilidad para pasar de una minicartera a un pendiente o un collar. Una llave-amuleto, una escultura o un monedero. El Micro Rhino Beetle Bag de SopadeVodka –un proyecto fundado por Marina Duran como una forma de comunicar a través del lenguaje no verbal con la ropa y los complementos como protagonistas– es una versión diminuta del Rhino Beetle. Una opción divertida y multifacética de un bolso que, más allá de su funcionalidad, cautiva por su distinta forma. Perfecto para quienes buscan destacar y llevar consigo una pieza ecléctica, artesanal y hecha a mano. De hecho, sólo se fabrica a pedido con un tiempo de producción que ronda entre los siete y 15 días. Se encuentra disponible en una encantadora versión en negro, una en blanco hueso, otra en cromo y una edición especial impresa en resina 3D y de aspecto metálico. Eso sí, esta última abandona las micro proporciones para celebrar las disruptivas ideas de SopadeVodka.

Encuéntralo a partir de los $40 y hasta los $600 euros.

Cortesía SopadeVodka