¿Te imaginas arriba de un Lady M de Wall Street? O mucho mejor, ¿En un yate de ensueños diseñado por ni más ni menos que Giorgio Armani? Ya te lo puedes imaginar. En colaboración con The Italian Sea Group, el diseñador trabajará en un mega barco categorizado y definido por la alta gama. Sin duda, no dejará nada que desear porque tiene todo y más de lo deseado. Piscina exterior, gimnasio y plurales zonas para ‘riposare’ –en español, reposar- en el interior o también en las afueras, observando el azul del cielo y océano, ya sea mientras se aprecia una lluvia de estrellas en una noche italiana o en cualquier parte del mundo.

No es primera vez que Giorgio Armani va más allá de lo textil. Sin embargo, el yate Admiral 72 ha sido el único diseñado por él en su totalidad. Pareciera que las dos últimas creaciones en las que ha participado el diseñador -yate Mariú y Maín- sirvieron como fuente de inspiración para la actual embarcación. Las tres presentan similitudes en lo que respecta al enfoque; uno minimalista y refinado. Además, un juego de cuero cubre cada espacio, en tanto que una paleta de colores en beige da vida a las exquisitas y sofisticadas maderas. Definitivamente un trabajo de arquitectura y diseño anhelado y deseado por todos. Incluso, aunque sea para subirse a conocerlo por tan solo una hora.

Cortesía The Italian Sea Group

El estilo de Armani en la construcción se puede detallar a lo lejos, y es que su diseño particular y selecto en 72 metros de eslora de arte arquitectónica hace que sea indiscutible. Un gusto particular que eleva el nivel del mar al de las exquisitas pasarelas italianas. Tanto como el minimalismo atemporal, la sencillez y lo refinado de la máquina de alta gama conectan con lo que han sido sus colecciones de alta costura. Radical, pero sofisticado. Algo muy propio del diseñador italiano, cuya predilección por los tonos crudos, neutros y limpios armonizan con la construcción en madera del mobiliario. A esto se suma una minuciosa cantidad de fragmentos dorados que generan una sensación de glamour atemporal a la atmósfera. Una peculiaridad inmersa, aunque sólo de Giorgio.

Cortesía The Italian Sea Group