En TikTok la han catalogado como “la boda old money que no nos dio Nicola Peltz Beckham”, pero claro, no se trata de comparar ambos eventos, ni mucho a las socialités o sus vestidos. Más bien, de bucear en el archivo de Chanel y encontrar en los vestidos de novia de Sofia Richie, las referencias a estos. Durante el fin de semana, la hermana de Nicole Richie intercambió votos con el empresario musical Elliot Grainge y en una ceremonia de ensueños, se juraron amor eterno. Desde el Hotel du Cap-Eden-Roc en Antibes, al sur de Francia, la pareja selló su compromiso ante la presencia de rostros como Lionel Richiel –por supuesto–, Paris Hilton y su marido Carter Reum, Cameron Diaz y Benji Madden, los influencer Jake Shane, Marianna Hewitt y tantos más.

Un paraje suntuoso y uno de los hoteles más exclusivos del mundo. Sin embargo, lo más llamativo de la boda fueron los tres vestidos lucidos por Richie. Todos, por supuesto, firmados por Chanel. Piezas customizadas para la ocasión y hechas a medida. “Nos llevó alrededor de un año”, comentó Sofia respecto a la creación de los vestidos. Además, agregó que “siempre fue un sueño tener a Chanel diseñando su vestido de novia”. El primero de ellos, el vestido de la ceremonia de ensayo. Un traje que, a simple vista, parecía ser de dos piezas, pero en realidad, era una superposición de telas y pedrerías que creaban una leve división. Un vestido de columna, de largo hasta el suelo y con mangas largas y transparente, a la vez, con una suma de delicadas cuencas que colgaban tanto a la altura de los hombros y pecho, como de la cadera y tobillos. Un diseño clásico e inspirado en un modelo creado por Karl Lagerfeld para Chanel Couture Fall 1997, eso sí, rediseñado en blanco.

Imágenes Emily Blake, Shannen Norman y German Larkin 

El segundo, el vestido del ‘sí’. Al igual que sus pares, se inspiró en la Alta Costura la maison y fue customizado según los requerimientos de Richie. Cuello halter, una silueta ceñida al cuerpo y una gran, pero sutil cola. Un diseño romántico, delicado y repleto de lentejuelas blancas e iridiscentes. Simple; sin embargo, con un sinfín de detalles imposibles de retratar mediante las capturas de un paparazzi. En el centro llevaba dos corazones bordados, uno a la altura del pecho y otro más abajo. Una idea que buscaba retratar a dos corazones encontrándose uno con el otro o también, mirándose de frente. El ‘something blue’ de las bodas estaba en el interior del vestido, donde un suave hilo azul dio forma a un bordado el nombre de la socialité y el de su marido, además de la fecha de la boda. Detalles inusuales que continuaron extendiéndose en el tercer vestido de Richie. Este último, aquel que utilizó para bailar, comer y festejar su nuevo estado civil. Un vestido corto, cómodo e inspirado en una de las piezas más célebres del Kaiser: el minivestido de novia que lució Claudia Schiffer en el Otoño-Invierno de 1993. Claro, fue adaptado para Sofia, quien hizo de su boda, un festival de Chanel.

Imágenes Emily Blake, Shannen Norman y German Larkin