EL ETERNO ORO DE PRADA
- abril 17th, 2023LA TRADICIÓN, LA LIBERTAD Y EL LEGADO ONÍRICO DE PRADA, QUE TRASCIENDE DESDE 1913, SE SIENTA EN LAS BASES DE LA PRIMERA COLECCIÓN DE ALTA JOYERÍA DE LA FIRMA ITALIANA. PRESENTE, PASADO Y UNA CONCIENCIA SOSTENIBLE INTEGRADA AL PROFUNDO NÚCLEO DE ETERNAL GOLD.
por PÍA SCHLEEDE
fotografías gentileza PRADA
Una base de piezas neoclásicas y atemporales, en un juego de proporciones, componen la colección debut ‘Eternal Gold’, de Prada. Hecha a través de una curatoria que emerge empujando los límites de los arquetipos, y con la que la firma llega a presentar su primera colección de joyería de alta gama. Un recorrido por sus mayores simbolismos, acumulados en 110 años de historia, sin adornos, sin excesos, sin detalles superfluos, solo con el espíritu de la marca como gran núcleo protector y, por supuesto, con el oro como elemento que le da vida, poder, forma y un brillo que casi abruma. Ya lo ha venido labrando con magnetismo Raf Simons, desde su llegada a la firma en 2020, y en complicidad con Miuccia Prada. Porque el tándem creativo ha viajado en el tiempo, de ida y de vuelta, en la búsqueda de desplegar un misticismo, a veces minimal y otras veces no, pero que eleva a la casa italiana con códigos depurados, plagados de libertad y movimiento, eludiendo cualquier tipo de normas. Pues la colección ‘Eternal Gold’ no escapa de esa regla, surcando en las profundidades de su propia historia y en el ADN de la tradición más íntima de la casa, es así como conceptualiza con convicción todo lo que es Prada, mediante un juego de formas clásicas, pero, a la vez, exuberantes.
Bajo la dirección de Timothy Iwata, las piezas han sido desarrolladas por expertos orfebres en Italia con oro como el principal protagonista, bajo la dimensión de su verdadera forma y color, y con estándares certificados que prometen un mineral completamente reciclado. “De forma consciente y responsable, el debut de la colección de Alta Joyería ‘Eternal Gold’ refleja el compromiso continuo de Prada con la sostenibilidad en todas las facetas de su negocio, así como el desafío constante de las convenciones de la exclusividad moderna”, ha dicho Lorenzo Bertelli, director de Responsabilidad Social Corporativa del grupo. Los 50 diseños que componen este compilado artesanal tienen un arquetipo propio: el triángulo, emblema insigne de la marca y que aparece sin sutilezas, trazándose como cierre de broches, en pendientes, brazaletes, facetas de diamantes, entre los eslabones de cadenas y en corazones. Así, las proporciones se redefinen y se exagera el tamaño de las piezas con el único afán de impactar. De esta forma, las creaciones expresan fuerza, presencia y pasión. Es un desafío a las tradiciones y una ruptura de las más arraigadas convenciones. Se trata de elementos creados con futuro, destinados a pasar de generación en generación, para resistir la prueba del tiempo y lo soluble que puede percibirse el concepto de lo eterno. Una verdadera nueva interpretación. Desde su nacimiento en Milán en 1913, Prada ha forjado un verdadero catálogo de prendas, bolsos, accesorios y objetos de culto que, a través de materiales nobles, buena factura y el más alto nivel de artesanía italiana, se transforman en herencias atemporales y piezas eternas. Bajo este paradigma es que podríamos preguntarnos: ¿Qué hace de esta colección de joyas un legado sin precedentes y absolutamente distintivo como marca de alta gama? ¿Por qué es un debut de piezas únicas, creadas con conciencia del pasado y del futuro? Esto es porque el 100 % del oro utilizado en la Alta Joyería de Prada es reciclado certificado, asimismo, el cúmulo de proveedores de la categoría cuenta con la certificación que verifica el cumplimiento del Código de Conducta del Responsible Jewelry Council y el 100% de los diamantes utilizados ofrecen verificación y trazabilidad. Es decir, la sostenibilidad está integrada en el núcleo más íntimo de la colección, algo que refleja la búsqueda de la firma por delinear prácticas conscientes y responsables en todos los ámbitos de su negocio. El gran aporte de Prada se sustenta en que la reducción de la extracción de oro, como nuevo mineral, beneficia tanto al medioambiente como a las personas, y mientras convencionalmente la trazabilidad de los orígenes de los diamantes solo es posible con piedras más grandes, con la nueva colección ‘Eternal Gold’ la firma amplía el concepto, por primera vez, a piedras de todos los tamaños, y también se extiende por toda la cadena de valor, desde la extracción, el corte, el engaste y el pulido, es decir, por medio de tecnología de chip se logra rastrear el viaje completo de una pieza: desde su inicio en la mina hasta su finalización en la boutique. De esta forma, se invita a los clientes a que se eduquen sobre el impacto de la joyería de alta gama e impulsar así un cambio en la industria de las gemas y los minerales preciosos. Un propósito noble y moderno. El compromiso de Prada con la sostenibilidad está profundamente arraigado en sus valores, así como en la estrategia empresarial que se han impuesto, con fuerza y entusiasmo, siendo para la casa de moda italiana un pilar que pretende contribuir tanto a las personas como al planeta y a la cultura, con un trabajo directo sobre la transparencia y la cadena de suministro de la marca. Porque transparencia es sinónimo de sostenibilidad, afirman ellos, empinándose una vez más en la innovación y el protagonismo en materias exclusivas. Así es como saben hacer historia las grandes marcas, porque ya sabemos que esto no se trata solo de moda… CONTINÚA LEYENDO EN ISSUE #49 SUSCRÍBETE AQUÍ
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