La nueva creación de Issey Miyake Watch se llama ‘O-Bold’ y es todo lo que querrás tener en tu muñeca. Es original, extraño, pero lindo. Y es que la firma nipona no se trata solo de ropa, también incluye perfumería y relojería. En este último campo destacan dos colaboradores clave: el diseñador industrial Harri Koskinen, quien se encargó durante años de la línea ‘Vaiko’, caracterizada por líneas limpias y colores sutiles; y el artista contemporáneo y diseñador Tokujin Yoshioka, que desde 2011 está a cargo de la colección ‘O’, una serie de relojes muy especiales que hace referencia a la sonoridad de palabra francesa del agua, “eau”.

Para celebrar el décimo aniversario de Issey Miyake Watch, el nuevo modelo tiene un diseño minimalista en su esfera y el brazalete, fabricados con nylon acrílico transparente, que dan la impresión de que el tiempo está atrapado en un cuerpo de agua informe. El grosor de la carcasa ha sido aumentado para realzar la sensación de lente y material, así como para mejorar la refracción de la luz. Para equilibrarlo, el diámetro de la muñeca se ha reducido. Sus materiales transparentes son la especialidad de su creador Yoshioka, cuyas obras de suelen estar relacionadas con la luz y la naturaleza, y muchas se encuentran en las colecciones permanentes del MoMA o el Musée National d’Art Moderne.

Cortesía Issey Miyake

La serie ‘O’ no tiene una “forma” concreta, tal como el agua, e irradia el brillo del momento, creando una impresión única. Otra de las características clave del reloj es que solo pesa 25 gramos. “Es tan cómodo que uno se olvida de que lo lleva puesto”, dijo el diseñador. Además, resiste al agua hasta 30 metros, tiene una duración de la pila de aproximadamente 3 años y un calibre VJ20. Esta creación estará disponible a partir del 4 de abril de 2023 en dos colores, ‘Clear’ y ‘Smoked’, este último es un tono más oscuro. Un accesorio distinguido, elegante y perfecto para lucir con un look ligero, ya que su diseño así lo amerita. ¿Su precio? Se estima que tendrá un valor de 154 euros.

Cortesía Issey Miyake