Cuadrados como punto de partida y telas que poco a poco fueron abrazando la abstracción tanto geométrica como textil. Cada cuadrado se orientó para asumir la forma de un diamante que, más tarde, se dobló hasta crear piezas de apariencia sacerdotal. Pantalones altos, camisas, vestidos y mamelucos construidos para transformarse y cubrir el cuerpo con ciertas estructuras tridimensional. “Basado en la idea de los cuadrados moviéndose y transformándose, SQUARE SCHEME se caracteriza por las formas encontradas mediante técnicas de tejido”, expliaron desde ISSEY MIYAKE. Los cuadrados tejidos se combinaron con estructuras de tejidos de punto verticales y horizontales y estas, a su vez, se cosieron para creas siluetas irregulares de forma natural. “El patrón cuadrado se imprime en la tela tejida para enfatizar aún más el cambio de forma”, añadieron desde la firma que para este Otoño-Invierno, se basó en la idea de la transformación.

La colección fue denominada ‘The Square and Beyond’ y desde el Théâtre du Châtelet de París revisitó la convención de todas aquellas profesiones artísticas que construyen sobre la base de un cuadrado. – Y claro, la transformación –. Un lienzo, una partitura musical, un trozo de tela y así, un sinfín de piezas que a partir de un cuadrado se convierten en una obra de arte, abstracta, textil o una combinación de ambas. Las formas racionales se exploran más allá de todo, con ideas y tecnologías originales y devienen en prendas llamativas, con una estética “poco convencional basada en una nueva iteración de ma (el espacio vacío) entre el desgaste y El portador”, dijeron desde ISSEY. Para lograr esto, la casa empleó una construcción tridimensional de ‘CANOPY’ “que se inclina de lado a lado”, y está hecha de un material suave y elástico, cuyas costuras mínimas hacen que su inusual estructura destaque aún más.

Cortesía ISSEY MIYAKE

Y así. La colección exploró las distintas maneras en que un cuadrado se transforma. Esto, bajo la marimba del Trio SR9, un conjunto de persecución que se encargó de darle ritmo a la entrega. La atmósfera tensa del escenario se disipó gracias a ellos y las modelos comenzaron a exhibir las técnicas textiles de ISSEY. A ‘CANOPY’ se sumó ‘RHYTHM CHECK’, inspirado en la forma en que un patrón de cuadros se alterna en un ritmo y a estos ‘COUNTERPOINT’, una serie de punto sin costuras caracterizada por sus formas irregulares. Entre estos destacó un patrón a rayas que enfatizó la dirección del tejido y acentuó los gros que envolvían el cuerpo. Un remolino de telas únicas, suaves y depuradas hasta un esplendor irrepetible. Más tarde apareció ‘SHAPED CANVAS’ evocando el lienzo de un pintor. Después ‘RECTILINEAR’ con una composición de rectángulos en colores contrastantes y tejidos horizontales y ‘RECTILINEAR: MILLED’ es una serie de abrigos con el mismo patrón, pero tejido en máquina Jacquard. Finalmente, ‘SQUARE ONE’ coronó la entrega, siendo el punto de partida un proceso de elaboración audaz y firme.

Cortesía ISSEY MIYAKE