BOTTEGA VENETA FW23: LOS CARÁCTERES CONTINÚAN
POR CAMILA LAGOS - febrero 28th, 2023Sin jerarquías, sorpresivo y con la marroquinería como centro de todo. Matthieu Blazy, quien llegó a la dirección creativa de Bottega Veneta hace poco más de un año, sorprendió con una colección de Otoño-Invierno hecha para todas y todos. Al igual que en la entrega de Primavera-Verano, el diseñador jugó con los caracteres o personajes de la ciudad. Atuendos pensados para el jefe de un prestigioso banco o hasta para una mujer que pasea en un top que, aunque parece de algodón, está hecho con cuero italiano. La entrega comenzó con la calle, basándose en “la idea de un encuentro extraño”, según Blazy. “Personas que conoces en la calle y que realmente te sorprenden. Es un lugar al que todos pertenecen, donde no hay absolutamente ninguna jerarquía”, agregó. Esto, sin adherirse a ninguna tendencia. Simplemente, prendas de uso diario; básicos y atemporales, aunque, claro, de una manera sumamente italiana.
“La idea era reconectar a Italia a lo largo de su historia”, mencionó Blazy, cuyo show incluyó la estatua de Boccioni y unos bronces romanos prestados por diversos museos. “El debate que tuvimos con el equipo fue sobre la idea de nacionalismo positivo, que puedes reapropiarte de tu historia de una manera muy positiva”. Una idea que se manifestó en una variedad artesanal que responde a la excelencia propia de los cueros italianos. El trabajo artesanal se funde con el diseño y con 81 looks, Bottega revisita sus códigos tradicionales. Los conceptos ‘intreccio’ e ‘intrecciato’ aparecieron en botas hasta el muslo y también los bolsos Sardine y Kalimero. Por supuesto, lo más llamativo fue el uso del cuerpo para piezas que parecían de algodón o denim; prendas que resurgieron de la entrega previa, pero que, sin duda, constituyen un básico transformador. Incluso, el diseñador empleó la piel para crear un efecto en capaz que hasta simulaba el movimiento.
Cortesía Bottega Veneta
Igualmente hubo vestidos en capas con bordados de flores, que aludían a los de las estrellas de la televisión de los cincuenta y un little black dress con escote en picado. Este, además, tenía una abertura frontal lo suficientemente extensa para revelar las botas trenzadas que lo acompañan. Ahora, lo que realmente destacó fueron los materiales. Desde ese cuero tratado en forman de algodón y denim, hasta una búsqueda de telas ligeras y sin restricciones. Precisamente, fue bajo estas nociones que se trató el cuero que, de acuerdo con Blazy, fue afeitado para hacerlo más ingrávido. Y aquella excepcionalidad también se plasmó en un abrigo largo que contrario a lo imaginado, no estaba bordado, si no, tejido en una sola pieza. La marroquinería fue el centro de todo y la estética, una muestra de la generosidad instintiva del diseñador. “Siempre miro cómo las mujeres y los hombres se superponen. Es muy sofisticado, incluso cuando no funciona. Es muy personal”, dijo cerrando la trilogía que marca el inicio de su etapa en Bottega Veneta.
Cortesía Bottega Veneta
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