Para la colección Otoño-Invierno 2023, el director creativo Fausto Puglisi no se contuvo en lo más mínimo. Inspirado en un viaje que realizó al Suroeste de Estados Unidos, el diseñador presentó una carta de amor al maximalismo y a la estética del árido paisaje de los desiertos en su última entrega con Roberto Cavalli. Con patchwork de cuero adornado con cristales, motivos de animales de todo tipo, pieles sintéticas, denim y encaje, Puglisi entregó una colección ecléctica y fiel a los códigos clásicos de Cavalli.

“Es mi primera colección verdadera de Cavalli”, dijo Puglisi. El diseñador hizo referencia a la edad dorada de la firma italiana a principios de la década de 2000. Hubo manchas de leopardo por todas partes, repartidas en camisones rosas y negros y batas lánguidas, o saltando en monos con cordones de corsé y pantalones acampanados de plumas. Las piezas confeccionadas usando la técnica de patchwork se vieron tanto en cuero como en denim, y, en otro guiño al desierto, Puglisi hizo un uso cuidadoso de las piedras turquesas, que brillaron durante todo el espectáculo como piezas de joyería opulentas y botones prácticos en un blazer o un par de jeans.

Cortesía Roberto Cavalli

Pieles sintéticas perfeccionadas de la mano de la sastrería japonesa también hicieron una aparición, hechas para ser usadas con cualquier cosa; desde un body de encaje hasta un par de jeans y una camiseta. La colección transmitió un aire a la escena del rock de los años 70, algo a lo que Puglisi aludió, explicando que buscó crear un “ambiente de los setenta, pero de una manera más contemporánea. Una reunión de California, Nuevo México, Arizona e Italia”. Con esta entrega, el diseñador parece haber conseguido encapsular la esencia de Roberto Cavalli. En sus palabras: “una sensación de salvajismo y libertad que es realmente sexy. No solo porque es atractivo, sino también porque es cómodo”.

Cortesía Roberto Cavalli