No se trata de una oda a la moda inglesa del siglo XIX que no hayamos visto. Erdem nos cautiva otra vez con una lectura histórica de su era favorita y de cómo influyeron en ella las vestimentas. Los bordados de flores y estampados botánicos resaltan una vez más y son sugerencias de su paso por un lugar muy preciado. La Biblioteca St James ‘s Square, en donde el diseñador pasa la mayor parte del tiempo. Casualidad o no, se trata del punto de encuentro de la historia y de una maravillosa revisión al itinerario de moda pasado. Allí entre hojas, Erdem se fascina recordando la Belle Epoque. En esta nueva colección hay mucho de eso y de la originalidad del artista británico.

La pieza común es un vestido y las telas son realmente diversas. El trabajo con estampados y colores varios es algo que ya conocemos y esta vez alcanza una impresionante variedad de formas y opciones. Los trajes de lentejuela fina, brillante en la luz, van aparejados con guantes de látex que recubre todo el brazo. Los clásicos volantes o ruffles, se dejan ver en colores delicados como el blanco y en otros, rodeado de infinitas flores. También hay trajes de dos piezas, con crop tops ajustados con espirales que dejan ver algo de piel. Las blusas con cortes casi a la mitad crean un look formal muy original y que funciona, con dos prendas de distintos colores. Los diseños fuertes están en los estampados.

Cortesía Erdem

El vestido con pechera y con guantes que cubren toda la extremidad nos recuerda un poco a las casas victorianas, donde la moda crinolina hacía lo suyo. Detrás de cada pieza hay una historia y revivir esa historia es un talento de artista. Con esta nueva colección se vive el refinamiento del pasado, pensado en las exigencias del presente solo se puede lograr esa línea delgada con un plan como el de Erdem. Los accesorios también guardan un espacio importante, con maxi pendientes, que parecen estar más ligados a la actualidad. Por último, un delicado vestido color rosa pastel, iluminado por micro lentejuelas. Destaca entre la gama de tonalidades tierra, con tintes experimentales y marcados por la historia.

Cortesía Erdem