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Lifestyle, Profile

BYREDO: EL VIAJE OLFATIVO DE BEN GORHAM

- noviembre 18th, 2022

“El perfume me permite contar historias con las que la gente conecta emocionalmente y me hizo entender que existe una memoria colectiva asociada al olfato. Las personas tienen relaciones subjetivas y personales con los olores, pero también colectivas”, dijo Ben Gorham a comienzos de este año. Sin ser perfumista, el sueco de 45 años se ha abierto paso en la industria de la perfumería de autor, dando pie a un negocio más inclusivo y libre. Así creó su propia máquina del tiempo, esa que funciona a través del olfato y los aromas.

por FELICITAS JEFFERIES

 fotografías gentileza PETER GEHRKE y BYREDO

Nació en Estocolmo, pero a los 11 años se mudó con su madre -de origen indio- a Toronto. Fue allí que demostró su real talento para el deporte y todo apuntaba a que sería un basquetbolista de las grandes ligas. Sin embargo, se vio enfrentado a problemas legales con los mecanismos de control migratorio que lo tuvieron en un limbo por tres años, por lo que tuvo que tomar otro rumbo: Byredo. Con la intención de embotellar recuerdos y emociones, y de descifrar a qué huele la vida, los atardeceres en África y las experiencias recolectadas, Ben Gorham incursionó la perfumería sin mucha experiencia y habiendo estudiado diseño. ¿Qué tuvo que pasar para que aquel día del 2006 decidiera comprar un dominio en internet y crear una empresa? Gorham revela que “muchos de los valores y la ética que aprendí a los siete años, cuando comencé a jugar básquetbol, me guiaron hasta los 20 y luego a fundar una marca”. El deporte y la perfumería, de buenas a primeras, suenan como dos mundos incompatibles, pero no fue así para Ben. Durante muchos años reprimió su faceta atlética al dedicarse a Byredo, hasta que llegó a la conclusión de que “esta idea de disciplina y competir es algo que vive dentro de mí”. Luego de renunciar a su carrera como basquetbolista -por problemas con su visa- trabajó en obras de construcción hasta que optó por estudiar en la Escuela de Arte de Estocolmo. Allí aprendió desde historia hasta pintura y fotografía. El 2004 fue el año que todo cambió. Un encuentro con el perfumista Pierre Wulff despertó en él un sentido olfativo que no sabía que estaba ahí. Fue entonces cuando, junto a Jerome Epinette y Olivia Giacobetti, el exjugador de básquetbol creó la primera fragancia de Byredo: ‘Green’. De ahí en adelante ha rendido homenaje a las raíces de su madre en varias ocasiones: “África es un continente fascinante, con muchas culturas e historias diversas, pero también signifca algo para todo el mundo”. Y es así como cada fragancia, a pesar de que puede surgir a partir de un sentimiento especifico de Gorham, nunca será lo mismo para cada persona. Un ejemplo claro es ‘Bal d’Afrique’, que ya tiene 10 años, y él la describe como “inclasificable, y eso permitió que conectara con mucha gente, con sus recuerdos y percepciones”.

Una de las motivaciones de Ben para desarrollarse en la industria fue convertirla en un espacio más abierto a recibir a todos. “Cuando comencé, hace 15 años, la alta gama no era inclusiva. Recuerdo entrar a las tiendas de Hermès, en París, por primera vez, y la gente me miraba curiosa. Sentí que no pertenecía allí. La noción de exclusividad estaba completamente desconectada de una gran parte del mundo. Aunque compartía ideales similares de crecimiento lento, alta calidad y artesanía cuando comencé, realmente consideré que Byredo podría ser una nueva versión de este distinguido sector”, contó a Coveteur. Pero Gorham dejó claro que no por tratarse de una marca más inclusiva quiere decir que la exclusividad de los productos se pierda. Cuando el tema son las fragancias, 20 personas podrían estar ocupando la misma y cada una olería diferente. “No creo que la noción de alta gama tenga una defnición única, pero si continúas fabricando productos de calidad en todo el espectro de productos que creas, les brindas a las personas variados puntos de contacto y les permites desarrollar relaciones individuales con tu marca, incluso, si alcanza un cierto nivel de escala”.

BEN, EL MULTICULTURAL

Byredo ha desarrollado un enfoque hacia los viajes, la memoria y los sentimientos, siempre manteniéndose fel a sus códigos de elegancia, sobriedad, ingredientes de la más alta calidad y alegorías olfativas. Sin embargo, es una marca que va mucho más allá de las fragancias. Durante el último lustro, el continuo movimiento ha llevado a Ben Gorham a expandir sus horizontes y desarrollar nuevos productos. Primero, fueron los bolsos, que él defne como “un ejercicio escultórico empleando la piel como material”. Luego vino la línea cosmética de la mano del gurú del maquillaje Isamaya Ffrench, pensada como inclusiva y sin género de “comisariado cromático”. Finalmente, está Byproducts, una colección colaborativa de ropa y complementos. En cuanto al crecimiento, el fundador contó al diario El País: “Siempre tuve claro que Byredo sería más de una cosa. Tardé años en aprender a hacer perfumes de calidad, que interpelaban a la gente, pero cuando empecé a escuchar hablar de Byredo como una marca de perfumes, me sentí impelido a cambiar esa percepción. Creo que tenía miedo de que me etiquetaran con un solo producto. Quiero que Byredo sea una marca con la que pueda hacer cualquier cosa”. Y es que el hecho de tener madre india y padre canadiense, sumado a haberse criado en Toronto, Nueva York y Estocolmo, implicó una multiculturalidad que siempre lo infuenció en su vida y, por ende, en su marca: “Me interesa cómo vive la gente hoy en día. Tal vez sea un subproducto de la época esta necesidad de sentirme conectado con los demás. La cultura siempre fue una de las cosas que me interesaron a nivel personal…, las subculturas y los movimientos, tratando de comprender qué impulsa a las personas y cómo se relacionan con su entorno” … LEE MÁS EN ISSUE MAG #47 SUSCRÍBETE AQUÍ

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