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Fashion, Opinión

DENIM Y CUERO: ¿CÓMO ERA CHILE EN LOS 90?

POR CAMILA LAGOS - octubre 11th, 2022

La extravagancia de los 80 llegando a su fin y el minimalismo irrumpiendo con la llegada de una nueva década. Los 90 cambiaron la moda y la redefinieron con un nuevo prototipo de belleza. Este, gobernado por las musas de Gianni Versace o una irreverente Kate Moss. Del grunge al denim y del denim al cuero. Los 90 conllevan una simpleza definida por los básicos y la actitud, pero ¿Cómo era Chile hace 30 años? La respuesta no se aleja de la realidad internacional y claro, la globalización y el capitalismo habían llegado a gran parte del mundo. Las tendencias, por supuesto, no se hicieron esperar, arremetiendo en esta larga y angosta faja de tierra que, por lode más, atravesaba un proceso de cambios determinados por el fin de la dictatura cívico-militar; 17 años que excluyeron al país del panorama global y que lo sucumbieron en una escena gris, y no solo por las implicaciones sociopolíticas o los costos en vida que conllevó, sino también, a nivel estilístico.

En los 80, la homogeneidad se apoderó de las calles. Sin embargo, en los 90, con el retorno a la democracia, apareció una diversidad protagonizada por los motivos pasados. A nivel internacional, el mundo estaba viviendo sus propias transiciones: la caída del del muro de Berlín, de la URSS y el fin de la Guerra Fría. A la vez, la globalización se había encargado de masificar la televisión, las películas y series, mientras que MTV hacía lo suyo con los vídeo-estrenos y los ya clásicos Unplugged. De hecho, este se encargó de consagrar a Nirvana como una de las grandes bandas de los 90, pero más allá de eso, logró que el grunge – como un estilo de vida – se apoderara de todo. Pantalones desgastados, camisas holgadas y siempre abiertas y por debajo algún top básico. Zapatillas o combat boots, tal vez, un jockey con la visera hacia atrás o una biker de cuero para coronar el look. Si bien, Chile y el mundo buscaban encontrar su propia identidad estilística, la homogenización fue más fuerte.

Cortesía de Getty Images

Sin éxito, la industria trató de crear atuendos llamativos y comercialmente éxitos, pero la “antimoda” triunfó combinando una serie de elementos extraídos desde distintas épocas. Incluso, mezclando estilos con una hibridez nueva y desestructurante. La alta costura de las pasarelas comenzó a fusionarse –sutilmente– con las tendencias surgidas del naciente street style y así, el punk se insinuó al clásico inglés y el glamour al minimalismo. Hasta los estilos tropicales aparecieron en las calles. Claro, los 90 se pueden dividir entre un periodo definido por el cambio de década y una exacerbación de la sexualidad y uno más minimalista, donde las diferencias entre lo femenino y masculino se desdibujaban. Con seguridad, el corsé de Jean Paul-Gaultier definió esta época con una irreverencia que no tocó completamente al conservador pueblo de Chile. Por el contrario, el país sucumbió ante una sencillez hilada por el minimalismo y la incongruencia de los materiales. O, mejor dicho, la nobleza de una de las máximas combinaciones de la historia: el denim y el cuero. Opuestos complementarios que triunfaron en los 90 y que se asumen como una mixtura exitosa.

A la vez, los estilos más deportivos también comenzaron a hacerse un lugar en la escena y no son de extrañar las imágenes protagonizadas por conjuntos en poliéster. Busos empuñados y combinados o atuendos completos que eran acompañados de unas dad sneakears tan frecuentes en la actualidad. El cuero sobre cuero, tal como una motomami, fue otro de los que triunfó en los 90 y de seguro podrías encontrar un blazer de este tipo en el closet de tu madre. O tal vez, unos jeans Levi’s de corte clásico y con aquella mezclilla que ya no existe. Pantalones de tiro alto y con un acabado tan favorecedor como perfecto e incluso, algunos baggy jeans que responden al auge del rap y la cultura hip-hop. Por cierto, otra hazaña de la música, que de la mano de N.W.A lograron que el grunge y el rap convivieran por las avenidas entre Walkman y cassettes. Mujeres y hombres luciendo el mismo tipo de prendas: jardineras, crop tops, camisas de franela y mucho denim sobre denim. Entre Chile y el mundo, las diferencias no eran muchas.

Cortesía

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