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Accessories

A LA CONQUISTA DE MONTBLANC: 1858 GEOSPHERE 0 OXIGEN

POR CAMILA LAGOS - septiembre 6th, 2022

Para las y los exploradores, en especial, los alpinistas, la falta de oxígeno es un aliado que permite que sus equipos funcionen a la perfección. Incluso, en los entornos más adversos, con temperaturas que descienden los -17°C o con cimas que se elevan por sobre los cuatro mil metros sobre el nivel del mar (msnm). Ahí, justo donde la vista es un blanco inmaculado y los glaciares cubren hasta a las rocas más arcaicas. Dentro del movimiento, la falta oxígeno evita el empañamiento y a la vez, previene la oxidación. Una paradoja cuando los deportistas deben capearla, adaptándose a la altura y a la escaza oxigenación. Por supuesto, el cuerpo aguanta y sin oxígeno, todos los componentes son más duraderos, ofreciendo una mayor precisión con el paso del tiempo. Y también, una preservación sublime. Tal como la del Montblanc 1985 Geosphere 0 Oxigen. Un reloj de edición limitada que va a la conquista del Mont Blanc, la montaña que le da vida a la firma con el mismo nombre.

Por supuesta, se trata de una edición limitada que no es casualidad. El reloj luce en la muñeca de Simon Messner, hijo de Reinhold Messner; uno de los alpinistas más reconocidos del mundo. También, el primero en coronar las 14 cumbres y en subir el Everest sin oxígeno suplementario. Un hito que es celebrado a través del Montblanc 1985 Geosphere 0 Oxigen Le 1786, pero esta vez, con su hijo, a quien le heredó la pasión por el alpinismo y quien ascendió el Mont Blanc hace menos de un mes. Para Simon, el conquistar las mayores cumbres del mundo no es un objetivo, sino, el hecho de estar lo más cerca posible de las montañas, en su estado más puro. Claro, el alpinismo lo lleva en las venas y desde pequeño se ha rodeado de la nieve y los escuetos, pero tiernos rayos de sol que la acompañan. Junto a sus hermanas se ha encargado de preservar la tradición alpinista, protegiendo los macizos y siguiendo las hazañas del padre con equipo limitado o prescindiendo del oxígeno suplementario.

Cortesía de Montblanc

Con la aguja del mediodía, Simon subió por el Mont Blanc di Tacul y el Monte Maldito hasta alcanzar la cima del Mont Blanc. Una ruta grabada con láser tridimensional en el reverso de la caja del Montblanc 1985 Geosphere 0 Oxigen. Un reloj que conserva la esencia de la montaña tal como una fotografía, con un acabado realista y un encantado que traslada a un atardecer desde la cumbre. La carátula azul hace un guiño a los glaciares del macizo; estructuras de hielo caladas en la historia y celebradas por una firma que conserva la naturaleza tal como el tiempo. Con delicadeza, aventura y audacia. En tanto, detalles de bronce coronan el accesorio, cuyo interior resguarda 26 rubíes, una virola plana y un calibre MB 29.25. Un movimiento mecánico con cuerda automática y una reserva de marcha de casi 42 horas. Es el segundo reloj con oxígeno cero. El primero, el cronógrafo Montblanc 1858 Geosphere 0 Oxygen Le 290. Claro, la pieza actual se renueva con la tecnología, pero a la vez se limita a una máxima de 1786 relojes. Esto, como una referencia al 8 de agosto de 1786, cuando Jacques Balmat se convirtió en la primera persona en subir el Monte Blanco, siendo un número que corona una autentica celebración a la montaña. Esta vez, desde la muñeca de Simon Messer.

Cortesía de Montblanc

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