Por alguna razón, las prendas de satén siempre nos van a recordar los pijamas más glamorosos, delicados y de ensueño. Hablamos de un tejido sofisticado que rápidamente se convirtió en un imprescindible para eventos de matrimonio y otros. Su toque de distinción es indudable; a simple vista parece acariciar la piel con una tela suave al tacto y que brilla sutilmente a la luz. Hoy, ha llegado a los closets en cientos de formas, y es sencillamente por su capacidad de realzar cualquier look. Aunque siguen siendo los favoritos para eventos de alta envergadura, llevarlo a diario es más común de lo que imaginas.

Opciones casuales que pueden volverse especiales gracias a un total satén look. Cuando se trata de bajas temperaturas, llevar el cuerpo cubierto por grandes abrigos es la solución si realmente deseas llevar ese vestido o blusa veraniega. Un blazer hecho de este tejido también es una opción muy convincente. Lo que mejor queda con este tipo de prendas es la técnica de combinar texturas. Mientras el satén es holgado y de caída fluida, combinarlo con prendas más rígidas como el denim le dará un twist sensacional. Si la ocasión está planeada para los días de calor, este tejido representa la solución a todos tus problemas. Vestidos, enteritos, pantalones y blusas oversize. ¡Son demasiadas opciones!

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Pero su acabado brillante y único requiere de cuidados especiales a la hora de lavar. Recordemos que el satén es una rama de la tela que se obtiene a partir de la fusión de otros tejidos. Al tacto se logra percibir los hilos que conforman la prenda y que un micro agujero puede ser su fin. Por esto, te recomendamos lavar este tipo de piezas a mano, con agua fría y con algún detergente suavizante. Idealmente, debe secarse al sol, ya que una secadora podría dañarla. Sinónimo de brillo; el satén, un tejido que no solo los vemos en la ropa, sino también en increíbles zapatos, bolsos y accesorios para el cabello.

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