Perfecto para disfrutar del arte y la arquitectura romana, el Hotel de la Ville, de Rocco Forte, es el punto neurálgico ideal para conocer la fascinante capital italiana de día y reponer energías de noche. Se trata de un espacio con diversos ambientes entretenidos, bajo la intervención de delicados artesanos italianos, al mando de Tommaso Ziffer. Sus 104 habitaciones, entre ellas 15 suites, ofrecen vistas panorámicas a la entusiasta ciudad o al patio interior delicadamente diseñado por George Carter. Si de gastronomía se trata, sus restaurantes contemplan las más exquisitas propuestas culinarias, junto con un aventurero bar. Por cierto, su spa es todo lo que necesitas.

Texto y fotografías gentileza ROCCO FORTE HOTELS

El Hotel de la Ville, bajo la dirección de Rocco Forte en la icónica calle Via Sistina, con vistas a la Piazza di Spagna y Trinità dei Monti, es el punto de partida para descubrir Roma a pie. Ubicado en el corazón palpitante de la Ciudad Eterna, a las puertas de los espléndidos jardines de Villa Borghese, está a solo unos pasos de algunos de los monumentos más importantes y las mejores direcciones para ir de compras. El hotel, que data del siglo XVIII, entró en escena cuando los nobles europeos lo eligieron como su lugar favorito en Italia durante el período del Grand Tour. El edificio fue catalogado como hotel a principios de los años 20 y, posteriormente, fue ampliado a mediados del siglo XX. Finalmente, pasó a formar parte de la colección Rocco Forte Hotels en 2019, tras una intensa remodelación de dos años y medio. Tommaso Ziffer fue la mente arquitectónica detrás del proyecto, en colaboración con Olga Polizzi, directora de diseño de Rocco Forte Hotels. Juntos se inspiraron en el Grand Tour del siglo XVIII, una época en la que la nobleza inglesa y alemana acudía en masa a las capitales europeas para coleccionar arte. Utilizando el palacio histórico como lienzo, Ziffer recreó una retrospectiva contemporánea que rinde homenaje a los atributos culturales de ese período, invitando a los visitantes a descubrir el edificio atemporal a través de sus diversos ambientes. El proceso de realzar el patrimonio histórico inherente del edificio se llevó a cabo mediante una cuidadosa intervención de artesanos italianos, como papel tapiz personalizado hecho a mano por Rubelli y Dedar y el uso de lindas telas italianas y una refinada selección de tapices vintage de Zardi & Zardi. Por su parte, el patio interior cuenta con la vitalidad y esencia de la cultura italiana, ofreciendo un escondite secreto de la frenética ciudad sin alejarse del corazón de Roma. ¿Quién estuvo a cargo? George Carter, diseñador especializado en la creación de jardines, inspirado en las líneas geométricas del siglo XVII, quien reelaboró ingeniosamente el espacio uniendo tres edificios en un solo núcleo e incorporando elementos que recuerdan temas del Grand Tour: obeliscos, una paleta de colores verdosos, negro y dorado y un entorno que contempla una atmósfera mística y romántica, iluminada por una luz tenue, que evoca el antiguo encanto del espacio a la luz de las velas.

DESCANSO ROMANO

l Hotel de la Ville cuenta con 104 amplias y elegantes habitaciones y suites que ofrecen impresionantes vistas panorámicas. El color rojo que une estas 89 habitaciones y 15 suites es un equilibrio inconfundible entre el mobiliario original realzado por toques más contemporáneos. Exquisitas telas inspiradas en la época del Grand Tour se combinan con una colección de artículos antiguos y recuerdos únicos recopilados durante ese tiempo. El máximo confort se encuentra en cada cama Super King o King-Size (convertible en camas individuales, si es necesario), mientras que los refinados baños están tallados en mármol italiano y revestidos con productos de la línea Irene Forte Skincare, elaborados con extracciones de plantas autóctonas de Sicilia. Las vistas al horizonte romano o al patio interior completan cada habitación, todas ellas equipadas con Smart TV, WiFi gratis y caja fuerte, estación de carga universal con tomas USB, juegos de té y café, bar en la habitación, room service las 24 horas y un conserje extraordinario. Además, puedes personalizar tu estancia con un servicio de traslado, un check-in temprano o un check-out tardío.

GASTRONOMÍA TRADICIONAL

Supervisado por Fulvio Pierangelini, director creativo de Alimentos de Rocco Forte Hotels, la oferta gastronómica es capaz de conquistar hasta los paladares más exigentes. ‘La Sistina’ es un elegante bistró frente a Via Sistina, de la que toma su nombre, que imita el estilo de una trattoria típica de barrio, trayendo productos clásicos de la cocina local a un ambiente sofisticado y elegante. La mano magistral de Pierangelini acompaña a los comensales en un verdadero viaje gastronómico, reelaborando elementos de la tradición romana utilizando alimentos frescos de temporada. Ensalada de alcachofas, ravioles con anchoas y chuletas de cordero a la parrilla evocan platos tradicionales judíos que ocupan un lugar importante en la cocina romana. La panzanella, los tortelli con habas y pecorino y la sopa de guisantes con ricotta celebran la notoria “cucina povera” romana (cocina de los pobres), mientras que la escarola, el brocolini y las achicorias de colores son algunos ejemplos de la gran variedad de verduras que prevalecen en la campiña romana. La mezcla de lo clásico y la originalidad también se manifiestan en el diseño del restaurante: el piso de tablero de ajedrez con sillas de terciopelo rojo y un extravagante papel tapiz crean una atmósfera refinada y atemporal. ‘Mosaico’, una representación viva de la gran historia de Roma, propone platos de temporada de inspiración local que triunfan en gustos y sabores. Con reminiscencias de las tradiciones y culturas estratificadas del Imperio Romano, el menú se combina con toques inspirados en África, Medio Oriente y Europa. Los huéspedes disfrutan de platos locales, como Gnocchi al basilico o Spaghettoni con tomates asados al horno y ricotta salata, avanzando hacia el exótico Manakeesh libanés acompañado de hummus y lomo de cordero cocinado en una olla de barro. Se prepara una amplia variedad de antipastos y ensaladas con ingredientes locales de temporada. Los postres están pensados para deleitar el paladar con opciones como pizza de chocolate con frambuesas ralladas o un clásico zabaione con un toque elegante. Ya sea comiendo en el lindo patio interior o en el acogedor comedor con cocina al aire libre, quedarás cautivado por la atmósfera única del restaurante. En el centro de la cocina se encuentra un horno rojo brillante, que es simbólico y funcional, mientras que las mesas de latón reflejan una iluminación suave y elegante, que contrasta con el piso blanco y negro. Por su parte, el bar ‘Julep Herbal & Vermut Bar’, ubicado en el segundo piso del hotel, ofrece una coctelería de excepción… CONTINÚA LEYENDO EN ISSUE #44 SUSCRÍBETE AQUÍ