El cuidado facial es sumamente importante para nuestra epidermis, de él depende su aspecto y balance saludable. Ya sabemos que uno de los pasos fundamentales en el skincare es la hidratación. Y es que con la ayuda de ella evitaremos el envejecimiento prematuro, aportaremos brillo, vitalidad y restauraremos el agua en la piel: cuatro objetivos primordiales de cualquier rutina. Sin embargo, no debemos confundir el término humectar con hidratar. Dependiendo de las necesidades que queramos otorgarle a la piel, hay que escoger entre uno u otro. De ahí el valor de conocer sus diferencias.

Entonces, ¿Qué es hidratar y humectar?  El usar cremas hidratantes sobre el cutis significa que aportaremos y aumentaremos los niveles de agua en la piel, lo que traerá como resultado un cutis saludable y múltiples beneficios. En contraparte, la humectación consiste en retener y sellar la humedad; pasos esenciales para conseguir una barrera cutánea eficiente. Además, ayuda a prevenir la pérdida de agua, lo que te asegurará una epidermis suave y tersa. Ahora, ¿Cuál de las dos debo incorporar en mi rutina? Ambas son fundamentales para mantener un balance adecuado y conseguir ese añorado aspecto sano. Por ello, incluir productos que cumplan con estas funciones, nutrirán tu rostro.

Cortesía de Getty Images

La deshidratación proviene de múltiples factores, entre ellos el clima, exceso de cafeína, tabaco o alcohol. Y en estos casos, el uso de crema hidratante es fundamental para recuperar ese brillo que nos quitó la resequedad. Sin embargo, para las pieles secas un humectante podría funcionar de maravilla. Ya que este se encargará de prevenir la pérdida de agua, retener y sellar la humedad. Aun así, lo más recomendable es consultar con un dermatólogo que pueda evaluar la condición completa de tu piel y recodarte una rutina adecuada.

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