Pasará mucho tiempo antes de dejar de escuchar el nombre de Virgil Abloh. Es como si las nuevas colecciones estuvieran escritas en un diario de vida firmado por el propio diseñador. Hoy Louis Vuitton revive su nombre y, sobre todo, sus ideas. Y es que el diseñador buscaba generar más impacto a través de sus acciones que no solo se relacionaban con la moda. Las ayudas benéficas también eran su principal objetivo. Así lo demuestran Silver Lokit, los accesorios de alto nivel que llevan un pequeño candado de titanio. Como si la firma hubiera guardado bajo llave los últimos sueños de Virgil y pudiéramos llevarlos en la muñeca. La colección es colorida pero sencilla, está hecha de materiales nobles y lo mejor de todo, será parte de una acción caritativa para UNICEF.

Desde el año 2016 que la firma francesa colabora a través de la venta de estos amuletos a los niños en situación de vulnerabilidad. En 2020, Abloh se unió a la iniciativa creando diseños especiales. Esta vez, los materiales han cambiado, pero mantienen el sentimiento de solidaridad que ha sido impulsado por todo el equipo creativo. El charm de candado tiene mucha historia. Está inspirado en la cerradura de pestillo que Georges Vuitton, el primogénito fundador de la casa, Louis Vuitton, creó en el año 1890. Ahora, en una versión moderna llena de neón y con un diseño muy práctico, se vende a un valor menor para que todos puedan ser parte de este evento de amor.

Cortesía de Louis Vuitton

Una tradición admirable que ha perdurado con los años sin importar las adversidades y que hoy se adapta a los cambios, pero mantiene su esencia. Para algunos será un simple accesorio y otros comprenderán que lleva consigo un importante significado. Un aporte a quienes más lo necesitan y también un incentivo para quienes siguen a Louis Vuitton, a ser parte de la obra solidaria. Continuar con esta linda tarea habría sido el pensamiento de Virgil y la maison lo recuerda. Es un compromiso que le acompañará para siempre y que ha logrado regalar más de alguna sonrisa a quienes más los necesitan.

Cortesía de Louis Vuitton