Una rutina facial efectiva tiene pasos que son imprescindibles. Limpieza, hidratación y protección solar son puntos obligatorios para el buen cuidado del rostro. Sin embargo, nos confiamos y nos olvidamos de la importancia de la limpieza en el skincare. De nada sirve seguir religiosamente un tratamiento efectivo, si nuestro cutis está lleno de impurezas que se han acumulado a lo largo del día. Además, no basta con aplicarnos agua micelar, ya que lo ideal es incorporar el limpiador, siendo este un paso importantísimo.

Ahora bien, ¿por dónde empezamos? Lo primero que tenemos que saber es que nunca – y repite conmigo­–, nunca debemos irnos a dormir con maquillaje en el rostro. Es sumamente perjudicial para la salud facial. Y no es porque el makeup sea dañino, sino que al no retirarlo se obstruyen los poros, ocasionando granitos e impurezas que derivan en enfermedades dermatológicas. Así que ya sabes, desmaquillarnos es imprescindible al momento de irnos a  descansar. Pero ¿qué pasa cuando no me maquillo durante el día? La respuesta es sencilla y muy clara; ¡igual debes utilizar tu limpiador si tu objetivo está en cuidar tu piel del envejecimiento prematuro!

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Y es que, a pesar de no utilizar maquillaje durante el día, en nuestra piel se acumulan las toxinas del ambiente, sumándole el protector solar y la crema hidratante de la mañana. Por esto, es muy importante que respiré y se oxigené. Ahora que conocemos que la limpieza facial es uno de los pasos imprescindibles; ¿cómo encontrar el ideal para mi? Lo primero es identificarla; puede ser seca, mixta o grasa. Y a partir de nuestras necesidades tenemos que escoger el limpiador ideal para suplirlas.

Entonces, para pieles secas lo ideal es un producto que humecte. Una leche limpiadora es perfecta para estos cutis; para piel mixta o grasas un gel o espuma, y para rostros sensibles, es recomendable elementos que tengan esa especificación. Por otro lado, el uso de jabones en barras puede ser contraproducente, ya que son propensos al crecimiento de bacterias al quedar en la intemperie. Sin embargo, siempre es mejor consultar con un dermatólogo.

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