Virginie Viard tomó el camino de la nostalgia esta Semana de la Moda en París. La nueva colección es una oda absoluta a las pasarelas de la era Karl Lagerfeld al mando de Chanel. Gran parte de las raíces de la maison vienen de su trabajo, pues el diseñador no solo creaba piezas que hoy son icónicas, sino que fue revolucionario en la forma de presentar sus desfiles y fotografiaba él mismo sus campañas. Bajo esta propuesta se hace un reconocimiento a su labor y la de los fotógrafos de moda, que conforman una parte importante de la industria.

Para la primavera de 1993, Karl Lagerfeld causó impacto cuando abrió su desfile con ropa interior. Viard hizo un homenaje a aquella ocasión comenzando su show de la misma manera, con una secuencia de trajes de baño y bikinis deportivos en blanco y negro, acompañados de accesorios como cadenas y bolsos. El evento evocó aquellos antiguos desfiles con una escenografía elaborada y repletos de fotógrafos: “Me encantaba el sonido de los flashes en los desfiles de los años 80” explicó Virginie Viard, agregando que “quería recuperar esa emoción”. Así, parte de la puesta en escena fue la aparición de dúo de Inez van Lamsweerde y Vinoodh Matadin interpretando a los fotógrafos de antaño capturando a las modelos desde el final de la pasarela.

Cortesía de Chanel

La diseñadora también rememoró a la fundadora de la maison, Gabrielle “Cocó” Chanel, con diseños de archivo renovados con su propio espíritu vanguardista invocando siluetas estilizadas, femeninas y sensuales. El estampado de alas de mariposa que cerró el desfile en piezas de gasa que volaban al movimiento de las modelos, generando un efecto de felicidad y pureza. Por su parte, los accesorios que Viard incluyó respondieron a todas las variedades habidas y por haber: bolsos mini con forma de corazón, crossbodies de perlas y cuentas, tote bags al hombro y una edición limitada del cocktail bag Chanel Nº5. Sin duda, una colección elegante y sofisticada que evoca la esencia de los predecesores de la diseñadora.

Cortesía de Chanel