Brillos, siluetas metalizadas y la diversión por delante. El Otoño/Invierno masculino y el Pre-Fall femenino 2022 de JW Anderson es oda a la fiesta, una invitación a la discoteca. En primera instancia, la colección iba a debutar de forma presencial en el Milán, pero las restricciones que ha traído consigo la nueva variante Ómicron ha retrasado la presentación, postergándola hasta junio próximo. El Scala de Londres iba a albergar la fiesta que cerraría el espectáculo invernal Anderson. En su lugar, el club nocturno solo fue el telón de fondo del optimismo colorido de la entrega, una que, tal como en los tiempos de pandemia, llegó de manera virtual. Con un videoclip de ocho minutos y una niebla cayendo en cascada por la escalera roja del local comienza todo. Rápidamente, el DJ Pascal Moscheni suelta sus beats y las siluetas del diseñador londinense se apoderan del espacio.

Un abrigo negro abre el show y los accesorios que complementan el look llevan en sí la diversión y la alegría. “Weird” fue la palabra que uso Jonathan Anderson para definir las colecciones. Por un lado, el Men’s FW22 fue inspirado por un documental sobre Cristiano Ronaldo que llevó al diseñador a explorar los “límites de la hipermasculinidad”. Los polos, con sus clásicos aspectos, fueron reformadas para presentar mangas que solo llegaban hasta el comienzo de los hombros y paralelamente, otro diseño afloró: las polos metalizadas. Con una apariencia que evoca las camisetas de fútbol ochenteras, estas se llenaron de brillo y lentejuelas, destacando el dorado y el tornasol. Por supuesto, estaban acompañadas de un short a juego que, por lo menos a mí, me instó a visitar tanto la cancha como la discotec.

Cortesía de JW Anderson

Los body suit también se hicieron parte de la entrega y un entero masculino, metalizado y ajustado al cuerpo resaltó entre todos los looks. Y si bien la pieza era llamativa, más lo eran los accesorios que el modelo llevaba en sus manos: un par de palomas como bolso. Este tipo de complementos, inspirados y atrayentes, abundaron en la entrega, que por lo demás, incluyó cropped tops masculino. Un guiño a los 90 que dejó entrever que no solo los documentales inspiraron a Anderson, sino también, aquellas personas que se están apoderando de internet. El diseñador paso horas haciendo scrolling, explorando las redes sociales e iluminándose con los outfits de la Generación Z. Así, los colores y las formas se integraron, dando vida a poleras extrañas, hechas por bandas elásticas que evocaron esos juegos con Slim, plasticina y la fantasía creativa de la niñez.

Por su parte, el Women’s Pre-Fall, presentó vestidos de un solo hombro y siluetas animal print. Pero cualquiera, sino uno cargado de colores, energía y de un frenetismo encantador, que podría cualquier pista de baile. Asimismo, los pantalones de cuero transitaron entre la ambivalencia de lo ajustado y holgado, con un brillo aceitoso que invitó a deslizarse por las pistas. Colecciones entretenidas, pensadas en liberarnos de los encierros y disfrutar las noches – y días – de fiesta, fantasía y fulgor. Un guiño a la libertad, los 90 y la Generación Z. Misma que invita a aventurarse, desdibujar los límites de la realidad e irnos de fiesta con JW Anderson.

Cortesía de JW Anderson