En esta industria, ha quedado demostrado que las marcas de alta gama pueden realizar nuevas iniciativas poniéndolas a su alto nivel. Esta vez Louis Vuitton explora el mundo de las ruedas y motores, convirtiéndose en el próximo patrocinador de la gran Fórmula 1, la principal competencia de automovilismo internacional, siendo el campeonato de deportes de autos más reconocido a nivel global. Esta alianza del sector de la moda y diseño se encuentra dentro de la Asociación Global de LVMH con Fórmula 1, generando una fusión de dos grandes agrupaciones de renombre con una gran innovación y prestigio.

La casa de moda tendrá su presencia a lo largo de la temporada, iniciando en Melbourne el 16 de marzo. Sin duda este momento será su mayor protagonismo, ya que, es la primera carrera del año denominada Fórmula 1 Louis Vuitton Australian Grand Prix 2025.  No solo es llamativo para los exportadores y consumidores de ambas marcas, si no que refuerzan la presencia de Vuitton en el ámbito deportivo y la alta competición. Pero no es la primera vez que la firma francesa explora esta industria motora, ya que entre el 2021 y el 2024 realizó una alianza con el Automóvil Club de Mónaco, creando el baúl del trofeo como premio final de la competencia. Su experiencia en este tipo de colaboraciones también se visibilizó en otros eventos deportivos de alta gama, como en el fútbol y los Juegos Olímpicos.

Cortesía Louis Vuitton

Sin embargo, Fórmula 1 Louis Vuitton Australian Grand Prix 2025 será la primera vez en que la maison será protagonista de alto nivel, mostrándose en el mundo deportivo. Su presencia contará con señalización a pie de pista y un gran papel con su distinguido sello en las celebraciones. Su imagen será clave para grandes momentos de la competencia, como la ceremonia de apertura y el podio, donde se entregarán los baúles trofeo diseñados por la misma firma. Tendrán una “V” en colores personalizados en distintos premios a lo largo de la carrera, que están inspirados en la identidad local de donde se realizará cada competencia. Con este movimiento estratégico, Vuitton no solo amplía la influencia en el deporte, sino que también eleva a la Fórmula 1 a un nuevo paso de sofisticación y prestigio, reafirmando que la alta gama y la velocidad pueden ir de la mano, complementando lo estético con algo tan importante como lo es el deporte.

Cortesía Louis Vuitton