Casi dos siglos de historia, una colección de bolsos icónicos y una elegancia francesa inconfundible. Ahora, Hermès da un paso audaz y se adentra en el exclusivo universo de la Alta Costura, con su debut previsto para 2026 o 2027. Con una herencia marcada por la excelencia y el savoir-faire, la maison, fundada en 1837 por Thierry Hermès, ha evolucionado desde un taller de arneses y artículos ecuestres hasta convertirse en sinónimo de alta gama absoluto. Su meticulosa artesanía la posicionó rápidamente en la élite, y en 1867 obtuvo la medalla de primera clase en la Exposición Universal, consolidando su prestigio entre reyes, presidentes y coleccionistas de todo el mundo.

Si bien el cuero ha sido siempre su sello distintivo, con piezas legendarias como los bolsos Kelly y Birkin o sus icónicos pañuelos de seda, la esencia de Hermès va más allá de los accesorios: es una búsqueda constante de perfección. Su incursión en la Alta Costura no es solo una expansión, sino una declaración de intenciones. Durante la presentación de los resultados anuales en enero, su CEO, Axel Dumas, confirmó esta ambiciosa apuesta, destacando el crecimiento excepcional de la firma y su deseo de reforzar su ADN exclusivo. Si Hermès ya domina la marroquinería de alta gama con una calidad inigualable, en la Alta Costura llevará aún más lejos su artesanía, fusionando tradición e innovación en cada puntada.

Cortesía Hermès

Este movimiento no solo diversificará su oferta, sino que elevará su exclusividad a un nivel sin precedentes. Hermès no busca simplemente competir en el mercado de alta gama, sino redefinirlo, atrayendo a una clientela aún más selecta, dispuesta a invertir en creaciones únicas y atemporales. Cada pieza será una obra maestra, reflejo del savoir-faire más refinado y de una herencia inquebrantable. Más que moda, Hermès promete arte en su forma más pura, destinado a quienes realmente entienden y aprecian la excelencia.

Cortesía Hermès