#FLASHBACKFRIDAY: LA TEATRALIDAD DE THIERRY MUGLER
Por Antonia Peñaloza - octubre 25th, 2024Durante casi tres décadas, desde su primera colección en 1972 hasta su retiro en 2002, el diseñador francés Thierry Mugler revolucionó la moda con colecciones que eran tanto un espectáculo visual como un tributo a lo etéreo y lo extraordinario. Inspirado por insectos, motociclistas, cyborgs y quimeras, Mugler transformó lo irreverente en ícono, creando universos donde la moda y la fantasía convivían sin límites. En los años 90, sus creaciones se codeaban con las de leyendas como John Galliano en Dior y Alexander McQueen en Givenchy, pero siempre con su inconfundible sello vanguardista. Mugler no solo fusionó elegancia y audacia; su legado está marcado por la esencia dramática y futurista de sus obras.
El estilo de Thierry Mugler se caracterizaba por su dominio absoluto de la estructura y la exageración. Sus prendas eran verdaderas obras arquitectónicas, más allá de simples piezas de vestir. Las modelos no solo desfilaban, se transformaban en personajes que encarnaban el glamour y la fantasía de sus colecciones. Un ejemplo icónico es su colección Otoño/Invierno 1995-1996, que celebró el 20º aniversario de su firma. En ella, Simonetta Gianfelici deslumbró con un vestido de satén inspirado en El nacimiento de Venus de Botticelli, una pieza que más tarde usaría Cardi B en los Grammy de 2019. También destacó la colección Alta Costura Primavera/Verano 1997, “Les Insectes”, que impresionó con diseños inspirados en reptiles, insectos y mariposas. Vestidos con alas de mariposa, gafas oscuras y antenas capturaron la esencia de estas criaturas.
Cortesía Thierry Mugler
Otro éxito rotundo fue “Les Chimères”, la colección Otoño/Invierno 1997-1998, donde las modelos se transformaron en criaturas de ensueño, fusionando fantasía y la mitología griega. Entre estas obras maestras, destacó el vestido “Chimera”, llevado por Adriana Karembeu, una de las piezas de alta costura más costosas en la historia de la moda. Este diseño, largo y ajustado, presentaba un corsé decorado con escamas iridiscentes, adornado con pedrería, cristales, plumas y crines de caballo, cada elemento hecho a mano con precisión exquisita. Sin duda, cada creación de Thierry Mugler parecía extraída de un sueño, revelando su singular visión de la belleza, la creatividad y la perfección.
Cortesía Thierry Mugler
Share